Habitación 324

Daniela Hawkins acaba de entrar a estudiar Antropología Biológica, exactamente lo que siempre ha querido, y sabe lo que se viene. Su madre ya se lo ha advertido todo:
  • Tener menos materias que en la escuela no significa que sea más fácil.
  • Salir a cualquier tipo de fiesta en la ciudad es veinte veces más peligroso que en su pueblo.
  • Dos tazas de agua por cada taza de arroz, y con dos dientes de ajo basta y sobra.
  • Siempre hacer grupos de estudio. Dos cabezas piensan más que una.
  • Echarle aceite a los fideos mientras cocinas no sirve de nada. Se le echan después de sacarles el agua.
Pero hasta las madres se equivocan. En este caso, por ejemplo, fue subestimando la mala suerte que puede llegar a tener su hija.

Porque, ¿Quién mas que Daniela podría aterrizar en esto? En la única habitación que ninguna de las chicas en todo el campus quisiera ocupar. Lo que es entendible, claro, considerando que de las últimas tres personas en vivir allí, una fue asesinada en ese mismo cuarto, otra perdió la cordura al encontrar el cadáver, y la tercera... es la principal sospechosa del homicidio. Y sigue viviendo ahí.

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